LA CONCIENCIA ES LA VOZ DEL ALMA, LAS PASIONES SON
LA VOZ DEL CUERPO.6/10/2013
Introducción. Cuando los apóstoles le
piden al Señor que les aumente la fe, no es sólo un reconocimiento humilde de
la distancia que hay entre la mirada de los hombres, y la mirada de Dios. Expresa
también el deseo claro y sincero de entrar en la misma vida de Dios, en la
mirada con la que Jesús afronta el encuentro con las personas y con las
circunstancias.
" Porque mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos-oráculo del Señor-. Cuanto dista el cielo
de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros, y mis planes de vuestros
planes". Is 55,8-9.
Es
pedirle que nos regale la clave para tener una comprensión integradora de
nosotros mismos, de la realidad que nos rodea y de la vida en general. Hay
momentos de verdadero desconcierto cuando escuchando nuestra voz interior
reconocemos conflictos entre lo que hacemos, lo que deseamos, lo que nos
gustaría, lo que en verdad podemos. Una de las principales causas de nuestra
falta de alegría es la no identificación entre lo que vivimos y lo que nos
gustaría vivir. Desde muy pequeños nos han preguntado: ¿Tú, qué quieres ser de mayor? Como si todo lo que vamos a vivir en
el futuro, dependiera de nuestros gustos, de nuestros planes diseñados y de
nuestras posibilidades. Y lo más cierto es que nuestras vidas se van
construyendo fruto de nuestra libertad, de nuestras decisiones, y fruto también
de la mano providente y misericordiosa de Dios que nos acompaña, que nos guía,
y que nos regala las circunstancias para desarrollar los talentos y las
habilidades que Él nos da. No podemos vivir con temor nuestra existencia, ni con
la tristeza que se genera al sospecha que somos un error, que estamos mal
hechos, que la vida es una broma pesada de alguien que se divierte con nuestras
desgracias. Tampoco podemos poner el cartel de advertencia, peligro, a todo lo
que nace de nuestra humanidad. Tanto el cuerpo, como el alma, viene de las
mismas manos. Me preocupan ciertas espiritualidades que rechazan toda la parte
corporal, física de nuestra vida. La censura de todo lo que suponga gozar,
sentir y disfrutar. El dualismo que enajena, que limita, que reduce a las
personas a bonsáis cuando en realidad tenían capacidad de convertirse en una árbol
grande y frondoso. Pedir a Jesús que nos aumente la fe supone pedirle que nos
renueve, y que nos cambie viejas creencias que nos alejan y confunden, de la
miradas original y bondadosa con la que Dios mira su creación.
Lo que Dios nos dice. "
Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno". Gn 1, 31. " Amas
a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo,
no lo habrías. ¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?, o ¿cómo se
conservaría, si tú no lo hubieras llamado? Pero tú eres indulgente con todas
las cosas, porque son tuyas, Señor amigo de la vida". Sab 11, 24-26.
La
bondad y la confianza de toda la realidad que nos rodea son las bases sobre las
que construir nuestra vida. El amor que Dios ha puesto en toda su creación nos
tiene que expulsar todos los miedos y temores.
"Nada que entre de fuera
puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón sino en el vientre
y se echa en la letrina. ( Con esto declaraba puros todos los alimentos) Y
siguió: Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. Porque
de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las
fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes,
desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen
de dentro y hacen al hombre impuro". Mc 7, 18-23.
Las pasiones, los deseos, la creatividad, las pulsiones, son tan humanos, tan divinos,
tan reales, como la compasión, la generosidad o la capacidad de perdonar. La curiosidad,
el querer tener experiencias, el aprender, el investigar, no es la sede de los
pecados o de los males de la humanidad. Cuanto le debemos en el terreno de la
ciencia y de la fe, a las personas que no se han conformado con aceptar las
explicaciones heredadas sin más, sino que han buscado, que han arriesgado, que
se han salido del camino trazado, para encontrar más verdad, más claridad, más
luz.
El
mismo Jesús fue un transgresor de la religión que había recibido: "
Los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole: ¿Por qué nosotros
y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?. Jesús
les dijo: ¡Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo
está con ellos? Llegarán días en que arrebatarán al esposo y entonces ayunarán". Mt 9,
14-15.
No
podemos ni debemos demonizar toda la parte intuitiva, creativa y pasional que
nos constituye. Cómo en todos los
aspectos de la vida, tenemos que aprender a usarlos, a educarlos, a vivirlos no
de forma egoísta y centrados en nosotros mismos, sino como vehículos a través
de los cuales podemos expresar de una forma muy clara el amor, la comunión y
hasta la capacidad de salvarnos.
Cómo podemos vivirlo. La fe nos tiene
que despejar los miedos, los temores, a sentir, a gozar, a vivir. Conozco mucha
gente que tiene miedo a reír en una Iglesia porque al ser terreno sagrado lo
concibe como una falta de respeto. Y me asusta la imagen de Dios que estamos proyectando.
Menos mal que hay voces muy autorizadas que nos animan a ser felices. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no
tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad. Juan XXIII.
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